
Fuente: Gentileza Sebastián Gianotti
Por iniciativa de integrantes del equipo de Arqueología y Antropología Forense de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, la provincia de Mendoza cuenta con una osteoteca, una biblioteca de huesos, que tiene como algunos de sus objetivos principales la identificación de restos humanos, resolver casos forenses y ayudar en la búsqueda de personas desaparecidas.
"Esta es una de las primeras del interior del País. Básicamente es poder tener esqueletos completos con la identificación de la persona. Es decir, el sexo y la edad más alguna información que vayamos recabando como la estatura, la causa de muerte, cuánto pesaba", comentó el arqueólogo Sebastián Gianotti, en diálogo con "Yo no fui" por la Radio Universidad Calf. ".
"Inicialmente es para ser aplicado en el campo forense con una finalidad de comparaciones para ver que tan buenos y eficaces pueden ser para Mendoza, otros métodos implementados en otras partes. La idea es que estos huesos sirvan para mejorar nuestras metodologías en los procesos de identificación en una investigación judicial", precisó.
El material que integra la oseoteca provienen de dos cementerios públicos municipales y se tratan de donaciones que se hacen a través de convenios legales, contabilizando un total de 111 individuos, fallecidos entre 1930 y 1980, y que se encontraban en sepulturas vencidas que no fueron reclamadas por ninguna persona. Los mismos fueron solicitados para utilizarlos "antes de que sean destruidos o depositados en una fosa común o cremaciones".
"Son libros, son individuos que nos permiten contar historias que nos van ayudar para resolver problemas concretos", aclaró.
Por último, Gianotti habló sobre los cuidados que hay que tener en la tarea, la importancia de formar antropólogos forenses y de cerrar ciclos para los familiares de personas desaparecidas, el rol de la universidad pública en la sociedad y quiénes pueden acceder a la osteoteca, entre otros temas.
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